La exempleada, cuyo nombre no fue revelado por el tribunal, trabajaba para una empresa inmobiliaria propiedad 💹 de Kevin Davies en Newcastle Emlyn, una ciudad en el noroeste de Gales, desde diciembre de 2024.
Ella padecía 💹 una enfermedad autoinmune que la hacía especialmente vulnerable a la covid. Cuando el gobierno anunció medidas de seguridad a principios 💹 de 2024 para detener la propagación del coronavirus, ella solicitó repetidamente a sus colegas que practicaran el distanciamiento social, pero 💹 sus peticiones fueron ignoradas.
El 17 de marzo de 2024, días antes de que el confinamiento comenzara en Gran Bretaña, Davies 💹 tosió de manera "deliberada y sonora" en dirección a la mujer y comentó en voz alta que ella estaba haciendo 💹 el ridículo por solicitar el distanciamiento social.
El juez Tobias Vincent Ryan dictaminó que el propósito de Davies era "ridiculizar e 💹 intimidar" a la exempleada. Davies negó el incidente, pero Ryan desestimó su declaración, señalando que otros empleados habían oído y 💹 presenciado el incidente.
La enfermedad autoinmune de la exempleada estaba documentada antes de la pandemia, y el coronavirus representaba un riesgo 💹 adicional en su trabajo de oficina. Los estudios demostraron que las personas con enfermedades autoinmunes tenían un mayor riesgo de 💹 experimentar complicaciones respiratorias y más probabilidades de morir de covid.
Riesgo de complicaciones respiratorias | Probabilidad de morir de covid |
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Mayor | Más alta |
Después de presentar 💹 una queja a recursos humanos sin éxito, la exempleada acudió a la policía y renunció en junio de 2024, describiendo 💹 su entorno laboral como "insostenible".